Rodenticidas

Los rodenticidas son una categoría de productos químicos para el control de plagas destinados a matar roedores, es decir, ratones y ratas. Basándose en los anticoagulantes como principal sustancia activa, actúan bloqueando el mecanismo de coagulación de la sangre en el cuerpo del animal, causando así un sangrado generalizado en el cuerpo del animal. Éste muere en el rango de 3 a 8 días después de la ingestión de una dosis letal. Sin embargo, se puede dar una muerte más rápida, a los 2 ó 3 días, si el animal consume una mayor cantidad de rodenticida.

Para la seguridad de las mascotas y cualquier animal que no sea blanco de rodenticidas, estos están compuestos de una sustancia llamada BITREX. Esta sustancia es muy amarga, pero los roedores no sienten su sabor, por lo que es la forma ideal de proteger a los animales que no son objetivo de estos productos, ya que tienden a mantenerse alejados repelidos por su sabor.

Los anticoagulantes pueden causar una muerte crónica y lenta, que ocurre después de ingerir una dosis letal, pero rara vez antes. Algunos rodenticidas son letales después de una exposición, mientras que otros requieren más de una dosis para matar a un roedor.

Los rodenticidas pueden tener diferentes formas: pasta fresca, gránulos, cubos de parafina, granos, espuma, polvo de rastreo… La selección del tipo de rodenticida depende de dónde planeas aplicar el tratamiento. Si la infestación está en el exterior, se recomiendan estaciones de cebo, para proteger y preservar mejor los rodenticidas. Además, en lugares con alta humedad, los mejores rodenticidas a utilizar son los que contienen parafina (textura de cera).

En cuanto al color de su envase, los rodenticidas son similares, pero no iguales. Al seleccionar un veneno para roedores, no te guíes por el paquete o el color, sino por la sustancia que contienen.

En caso de ingestión accidental, el antídoto es vitamina K1.