Desinfectantes

Los desinfectantes son sustancias antimicrobianas que destruyen todos los microorganismos dañinos de un material o los reducen a un nivel seguro. Muy pocos desinfectantes pueden esterilizar por completo el material aplicado, pero esto depende de cómo se apliquen.

Los desinfectantes perfectos deben esterilizar el material sobre el que se aplican perfectamente, sin causar daños al medio ambiente, además de ser económico y no corrosivo. Desafortunadamente, todavía no existe un desinfectante ideal, ya que cuanto más efectivo o poderoso, también puede ser peligroso para la naturaleza. Fabricados para uso doméstico, los desinfectantes poseen por lo general una sustancia adicional llamada BITREX, que le da un sabor extremadamente amargo usado para prevenir la ingestión accidental de desinfectantes.

La acción de desinfección significa eliminar los microorganismos causantes de enfermedades. Sin embargo, aunque eliminemos todas o la mayoría de las bacterias, las esporas de éstas no se destruyen. Los desinfectantes se usan sobre objetos o superficies no inorgánicas, a diferencia de los antisépticos, que se usan en los tejidos vivos. El proceso de desinfección generalmente involucra productos químicos, altas temperaturas o luz ultravioleta. La naturaleza de la desinfección química depende del tipo de sustancia activa utilizada.

Se recomienda aplicar el desinfectante con un equipo ULV (de volumen ultra bajo), nebulización fría o caliente, un rociador de baja presión o limpiando la fuente de infestación. Sin embargo, estas dos últimas opciones son los métodos menos recomendados.