Fertilizantes

Los fertilizantes son materiales de origen natural o sintético que se aplican a los suelos o tejidos vegetales para suministrar nutrientes vegetales esenciales para el crecimiento de la planta. Pueden encontrarse en forma de sustancias sólidas, líquidas o gaseosas que mantienen la fertilidad del suelo, mejoran el desarrollo del cultivo y aumentan la calidad de éste. Si bien su propósito principal es complementar los nutrientes naturales del suelo, pueden clasificarse en dos tipos: fertilizantes simples que contienen un único tipo de nutrientes o fertilizantes compuestos, que contienen múltiples nutrientes.

Ya sea en forma de cristal, en polvo, granulados, soluciones líquidas o líquidos de baja presión, los fertilizantes también pueden diferir en la forma en que liberan sus nutrientes en el suelo. Existen fertilizantes con una liberación rápida, que son solubles en agua; y otros de acción lenta, los cuales tienen una liberación controlada o pueden ser estabilizados por inhibidores.

Los suelos que se tratan con fertilizantes orgánicos permanecen sueltos y aireados, pueden retener más humedad y nutrientes y promover un desarrollo más saludable de las raíces de las plantas. Sin embargo, si usamos estos productos químicos constantemente, pueden deteriorar la estructura del suelo, afectando su actividad microbiótica y haciéndolos menos fértiles.