Feromonas & Monitorización

Como señales químicas que usan los insectos para la comunicación, las feromonas son principalmente un reclamo para atraer a las parejas o para avisar a los insectos de su especie de la presencia de una fuente de alimento. Tras numerosos estudios sobre las feromonas, muchas han sido identificadas químicamente y recreadas sintéticamente y ahora se producen en grandes cantidades, con uso comercial, utilizándose principalmente para el control de plagas. Las feromonas se pueden usar para monitorear plagas y para el control directo por medio de la interrupción del apareamiento. Al manipular el comportamiento de las plagas de insectos, los cultivos quedan mejor protegidos, pero las feromonas también se usan en forma de trampas cebadas que ayudan a determinar los niveles de infestaciones en ciertas áreas y en ciertos momentos.

La monitarización de plagas, las reducciones masivas en la densidad de población de los insectos y la interrupción del apareamiento de las poblaciones de insectos son las tres principales aplicaciones principales de las feromonas.

Las feromonas no son tóxicas para los insectos, ya que funcionan solo como un atrayente, pero pueden desempeñar un papel importante en el manejo integrado de plagas para problemas estructurales, paisajísticos y agrícolas.