Insecticidas

Los insecticidas son químicos que matan o inhiben la multiplicación de insectos. El origen etimológico de la palabra se deriva del latín y significa literalmente matar insectos. Pueden ser sustancias naturales o sintéticas, siempre utilizadas para combatir insectos o parásitos dañinos. Los principales componentes activos disponibles en los insecticidas incluyen Cifenotrina, Cypermethrin, Tetramethrin, Deltamethrin, Imidachloprid, Permethrin, Pyrethrum Extract, Thiamethoxam pyriproxifen, Bendiocarb, Cifluthrin, Piperonyl Butoxide, Transmix, Esbiotrin.

Dependiendo de la sustancia activa que contenga, los insecticidas ofrecerán un efecto diferente. Al mismo tiempo, su composición favorece la eliminación de ciertos insectos en particular (eliminan solo una especie o tipo de insecto) pero también puede ofrecer un amplio espectro (eliminan la mayoría de los insectos).

Desde el punto de vista de la formulación, puede haber EC - Emulsión concentrada, WP - Polvo humectable, EW - Emulsión, Aceite/agua, SC - Suspensión concentrada, WG - Gránulos dispersables en agua, RB - Cebos listos.

Al decidir qué insecticida usar durante una operación de control de plagas, debes tener en cuenta qué tipo de efecto tiene el producto. Puede tener un efecto derribo inmediato o un efecto residual y duradero. Por ello es necesario conocer el producto y el nivel de seguridad que hay que mantener después de su aplicación, ya que puede afectar a la protección del medio ambiente y el hábitat donde es aplicado. Además, hay que tener claro cuáles son las distintas posibilidades de aplicación, así como su frecuencia.